Según trascendidos periodísticos el actual entrenador de la Selección Nacional, Checho Batista, sería removido de su cargo por la pésima perfomance del Seleccionado en la Copa América.
No se admite la situación del Seleccionado, que ni siquiera llega a disputar un partido por el tercer puesto, y eso a pesar de que Batista había afirmado que su objetivo era estar entre los 10 primeros.
Pero el exitismo devora entrenadores y la Argentina no es la excepción. Lo que no devora son las figuras de cartón pintado como Bilardo que hace una punta de años viene ganándose un sueldazo sin que nadie sepa bien a qué se dedica ni de qué se hace responsable. Sin embargo, el doctor del gatorei parece que no va a zafar de este cañazo y nuestros muchachos se quedarán huérfanos de tanta sabiduría desaprovechada, como aquella frase al contrario pisalo, o el bidón de agua a Branco, ejemplos que nos han ganado un lugar en el corazón deportivo del mundo.
Es de esperar que el nuevo entrenador sea alguien con experiencia y personalidad - se habla de Gerardo Martino, entre otros - que sea capaz de mantener sus convicciones, si es que las tiene, y que convoque a jugadores con sangre en las venas en lugar de gatorei.
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