Tan apasionado es este asunto del fútbol...
O sea, tan apasionado para los hinchas, para los jugadores no se sabe a ciencia cierta y para los dirigentes es un negocio redondo que mientras millones de pelotudos se alegran o lloran por la suerte de sus respectivos combinados de pataduras, ellos se embolsan valijas llenas de euros con las que pagan los gatos de lujo que les alivian el vacío existencial propio de tipos que, como bien diría Aníbal Fernández, son tan pobres que lo único que tienen es plata.
Bueno, digresiones aparte, al respaldo de Low (ver abajo) se suma, ahora, el acuerdo del arquero español campeón del mundo, Iker Casillas, aunque por motivos distintos.
Mosquito: ¿Por qué está de acuerdo con el despido de Batista?
Iker Casillas: Joer, tío, porque me ha llegado la nueva de que piensan contratarlo a Gerardo Martino. ¿Es que, acaso, no lo ves? ¿No te acuerdas cómo nos hizo arder el coño Martino y sus paraguayos en semis? Pos ya te lo digo, tío, que nos las vimos moradas y que hemos clasificado de pura gorra...
Mosquito: ¿Y entonces? No entendemos.
Iker Casillas: Joer, tío, que eres duro de entendederas. Si Martino agarra la selección de ustedes va a querer hacer lo mismo que hizo con los paraguayos: morder, guapear, no darse por vencidos, poner hasta la última gota de sangre en el match. ¡Ja, ja! ¿Te los imaginas a Gago, Di María, Milito y todos esos niños de papá jugando como los paraguayos? Si tienen menos cojones que mi abuela, hombre. Por eso te digo, que lo echen a Batista y lo pongan a Martino. Y todos contentos, coño.
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