El Checho Batista saludando a los simpatizantes que lo ovacionaron
El entrenador del Seleccionado Argentino de Fútbol, Checho Batista, eufórico por la gran actuación de sus muchachos ante la casi insuperable selección colombiana, afónico y transpirado, arriesgó: Vamos a clasificar. (ver)
Si ese milagro sucediera sería la primera vez que una selección argentina pasa la ronda clasificatoria en la Copa América desde su inicio en 1916 (ver)
Sabe que no es fácil el DT pero quién no se tendría confianza viendo a los once leones que dejaron el alma en el estadio de Colón de Santa Fe. Agotado pero feliz ,el entrenador tuvo que esperar más de dos horas para poder salir, atosigado por los cientos de fanáticos enardecidos que querían su autógrafo y las bonitas niñas santafesinas que lo colmaron de besos y, quizás, alguna caricia un tanto atrevida.
Es que todo el mundo ama a este entrenador que, con las limitaciones del material puesto a su disposición, ha logrado una épica difícil de igualar.
Y hay que tener fe, como dice el Checho. Si él lo dice, hay que creer.
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