Hace un año el Mosquito Molesto puso a un colaborador a trabajar en la fábrica de ravioles del empresario colombiano Francisco de Narváez. Nuestro colaborador se ganó la confianza del Rey de la Efedrina y eso le permitió asistir al siguiente diálogo entre su Jefe y Alfonsín.
Ricardito: Ganó nomás el idiota. Vamos a tener que hablar con él, nomás.
De Narváez: Sí, vas vos. No tengo ganas de que me acaricie el tatuaje mientras me rompe el c...
Ricardito: La verdad, que esa pelea. No sé, estuviste mal.
De Narváez: ¿Firmo estos cheques o no?
Ricardito: No, no. Sí, sí. Sólo decía. Lo que vos digás está bien.
De Narváez: Ah.
Ricardito: Igual, no nos va bien en las encuestas. No sé, algo habría que hacer.
De Narváez: Y, sí. Habría que hacer lo que te dijeron. Dejarte de decir pavadas y empezar a hablar en serio.
Ricardito: Yo trato pero...
De Narváez: Ah, ustedes, los radicales. ¿Quién les dijo que sirven para esto? Vos me aseguraste que vendías a tu madre para ser Presidente. Bueno, hacé lo que tenés que hacer.
Ricardito: Tá bien. Me va a crecer la nariz dos metros pero bueno...
De Narváez: Tomá. Con esto vas tirando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario