La Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, por Decreto, prohibió la publicación de oferta sexual en los medios gráficos del país (ver)
La argumentacion - que incluye un blooper mínimo y malicioso - indica que estos avisos pueden, voluntaria o involuntariamente, ser cómplices de la posibilidad de trata de personas, asunto un tanto discutible.
La Presidenta habló de doble moral, acerca de estas publicaciones, y calificó la medida como algo contra los medios y no contra las mujeres porque como María Magdalena nadie puede tirar la primera piedra, lo que es una manera de tirarla.
Los ministros aplaudieron la noticia, bastante aliviados porque, como ya estaban al tanto, pudieron agendar los teléfonos de los gatos de acceso privilegiado a ministerios, Corte Suprema, Senado de la Nación y otros lugares de interés público.
También los dirigentes opositores fueron avisados con tiempo y, diligentemente, repasaron los teléfonos o mails de los gatos que habitualmente distraen un poco el enorme desgaste de energía en su lucha por una sociedad mejor.
Bastante preocupación hubo entre los productores de TV, que suelen usar gatos a troche y moche y - al estilo de Gerardo Sofovich - también los comercializan - y no estamos hablando de Graciela Alfano - a un tanto por ciento pero desde el Gobierno les dejaron claro que esta medida tiende a rebanarle unos cuantos mangos a Clarín y al rubro 59.
Dicho sea de paso, la propia Presidenta habló del rubro 59, sin aclarar que la oferta sexual no es exclusividad del diario de Magnetto sino que muchísimos tabloides le dejan una buena página a las Anabellas o Solanges que te prometen todo por 100 pesitos, nada más.
Tambien dejaron tranquila a la Policía Federal, que no dejará de recaudar el impuesto a departamentos privados, gatitos independientes o galpones de trabas, tan solicitados últimamente: la caja de ustedes no se toca.
La Cancillería se comunicó con Berlusconi para decir que la medida no juzga el comportamiento del Cavalieri, y también con la premier alemana Merkel, gozosa habitué de africanos de 30 cm para adelante, en fin, cosas de la diplomacia.
PD: Es de esperar que estas iniciativas tengan alguna repercusión en el caso del Padre Grassi, quien goza de libertad, quien vive en una mansión enfrente de la Fundación Felices los niños - o Fellatio los niños, según la ingeniosa revista Barcelona - y que sigue impune a pesar de todas las pruebas que lo condenan. Amen.
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