Ajetreado entre las innumerables reuniones con De Narváez quien, según allegados al líder radical, es un sádico que está haciendonos pagar con sangre cada cheque de mierda que firmó, el Dr. Ricardito Alfonsín no había tenido tiempo de observar las propuestas de spot televisivos de campaña.
En el Comité Nacional, con los pies en una palangana con agua y sal, se puso a ver las propuestas y empezó por la siguiente, sin entender que los creativos la habían llevado sólo para mostrar la calidad de su trabajo y no como el mensaje que querían proponerle al hijo del Padre de la Democracia:
Dicen sus allegados que pateó la palangana, gritó a diestra y siniestra, se arrepintió de haberse metido adonde no lo habían llamado y ya discaba el teléfono de la agencia de publicidad para putearlos en arameo cuando le explicaron lo de calidad y todo eso.
- No me hagan estos chistes, che - se aplacó.
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