Cristina Fernández: Boudou es un concheto de Puerto Madero y Aníbal un grasa de Quilmes, ¿no soy una genia eligiendo mis colaboradores? - Daniel Scioli: Mariotto es el mejor compañero que podría tener. Él va a hacer todo el trabajo. - Ricardito Alfonsín: El discurso de la Presidenta me decepcionó. Yo pensé que iba a recitar el Preámbulo de la Constitución - Elisa Carrió: Ya tengo el betún, el uniforme de camouflage y la cantimplora, ¿qué me está faltando?- Amado Boudou: ¡Esta era la famosa campanilla! Yo voy a usar la guitarra, soy un Vice heavy muy jodido- Macri: Me quieren dar el subte y yo quiero la policía. ¡Quiero la policía, la policía! ¡Policíaaaaaaa! - Hermes Binner: Ahora que pasaron las elecciones, ¿qué carajo tengo para hacer?- Mariano Grondona: Le dan subsidios a los negros pero yo pedí para embalsamarme y me lo negaron - Pino Solanas: Yo sigo opinando, total.... - Julio Cobos: ¿Vieron que me dio la mano? Ahora, la tenía medio húmeda. ¿Qué sería?

jueves, 23 de junio de 2011

Lo que el anuncio quiso tapar



A pesar de que los matutinos Clarín y La Nación, obnubilados en su ya eterna pelea con el Gobierno, publicaron sendas notas en las cuales se afirmaba que el anuncio de Cristina Fernández fue adelantado para quitar de la primera plana el escándalo que involucra a Hebe de Bonafini y a los hermanos Schoklender (ver) el Mosquito Molesto, siempre a la vanguardia en investigación periodística, conoce los verdaderos motivos de dicho adelantamiento.

La verdadera razón, una razón de peso, fue el temor del oficialismo ante la publicación del libro Seguridad ¡¡YA!!, del ex vicepresidente de Carlos Menem. ex-Ministro de Trabajo de Isabel Perón, ex-Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y ex-Canciller Carlos Ruckauf, con un prólogo del ex-Presidente del Banco Central, Dr. Martín Redrado.

Esta pieza ensayística de una magnitud pocas veces vista en nuestras latitudes, un extenso recorrido filosófico y metodológico basado en aquella legendaria premisa con la cual Carlos Ruckauf venció a Graciela Fernández Meijide en la lucha por la Gobernación de Buenos Aires: "A los delincuentes hay que meterles bala", supone la más acabada realización del espíritu humano al servicio de la sociedad. Sus páginas rezuman solidaridad, bondad, comprensión, tolerancia y un eficaz sistema de garrotazos, detallados con láminas y dibujos, a fin de preservar la tranquilidad de la gente honesta y de trabajo, o sea, como bien se ha señalado desde las usinas de pensamiento cercanas al ex-inventor de los patacones bonaerenses, defender los derechos humanos de los decentes y no de los delincuentes.

Ninguna duda podía caber que, de haber tenido más notoriedad el anuncio del libro, opacado, en parte, como fue, por la desafortunada intentona cristinista, todo el pueblo argentino se hubiese dedicado a meditar sobre su contenido y hubiera exigido en tono perentorio su puesta en marcha.

Sin embargo, la verdad, a la larga, ha de imponerse y las ideas de Ruckauf, tan similares a aquellas que profesaba durante el Gobierno de Isabel Perón y que terminaron poniendo en práctica los héroes del Proceso: Videla, Massera y Agosti, verán la luz en nuestra tan sometida sociedad. (ver)




Ruckauf en 1975 con el prócer Videla



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