La calificadora de riesgo Moody's bajó la calificación del sistema financiero argentino porque: ve a los bancos sólidos, existe una morosidad muy baja, las entidades financieras obtienen muchas ganancias y dan crédito a tasas razonables.
Entonces, ¿qué es lo que está mal?
Justamente eso: que todo está bien. Y no debe ser así. Los bancos están para esquilmar a la gente, para dar créditos a tasas enormes, para forrear a los clientes, para fugar divisas al exterior y para esperar la crisis futura sentados lo más campantes y que el Estado los salve.
Pero Moody's es más profesional de lo que parece. Al parecer, a través de una agencia local, tomó a 100 jóvenes, de manera temporal y con contratos basura, para que visiten los bancos y vean qué onda. Los resultados no pueden ser más desalentadores, por ejemplo:
En la Sucursal Barrio Norte del Standard Bank, la empleada de informes no trata bien a los clientes. En la sucursal Once del Banco Nación un cajero automático estuvo fuera de servicio 3 horas. En la sucursal Pilar del HSBC faltaban sobres para hacer depósitos por máquinas.
Estos y otros ejemplos fueron decisivos para que Moody's decidiera la baja en la calificación.
¿O qué se creían?
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