Cristina Fernández: Boudou es un concheto de Puerto Madero y Aníbal un grasa de Quilmes, ¿no soy una genia eligiendo mis colaboradores? - Daniel Scioli: Mariotto es el mejor compañero que podría tener. Él va a hacer todo el trabajo. - Ricardito Alfonsín: El discurso de la Presidenta me decepcionó. Yo pensé que iba a recitar el Preámbulo de la Constitución - Elisa Carrió: Ya tengo el betún, el uniforme de camouflage y la cantimplora, ¿qué me está faltando?- Amado Boudou: ¡Esta era la famosa campanilla! Yo voy a usar la guitarra, soy un Vice heavy muy jodido- Macri: Me quieren dar el subte y yo quiero la policía. ¡Quiero la policía, la policía! ¡Policíaaaaaaa! - Hermes Binner: Ahora que pasaron las elecciones, ¿qué carajo tengo para hacer?- Mariano Grondona: Le dan subsidios a los negros pero yo pedí para embalsamarme y me lo negaron - Pino Solanas: Yo sigo opinando, total.... - Julio Cobos: ¿Vieron que me dio la mano? Ahora, la tenía medio húmeda. ¿Qué sería?

miércoles, 10 de agosto de 2011

De Narváez desautorizó a Alfonsín por la renuncia de Zaffaroni


El Rey de la Efedrina y candidato a la Gobernación de la provincia de Buenos Aires por el contubernio UDESO, desautorizó a su compañero y candidato a Presidente, Dr. Ricardito Alfonsín, quien había pedido la renuncia de Zaffaroni aunque luego se desdijo.

Consultado por el Mosquito Molesto, donde invirtió una pauta publicitaria de 12.000 pesos y órdenes de compra en Coto por valor de 27.000 pesos (preferíamos Jumbo, que nos queda más cerca pero, bueh, es lo que hay) el empresario colombiano aseguró:

- Lo de Zaffaroni me importa un pepino pero, claramente, con Rendón, le dijimos a Alfonsín que jamás debía pronunciar la palabra renunciar. Nunca, bajo ninguna circunstancia. El nabo de Alfonsín tiene varias palabras prohibidas, ya lo aclaramos. No puede decir: renunciar, helicópteros, depósitos bancarios, inflación, qué lindo es dar buenas noticias, felices pascuas, la casa está en orden, diciembre, deuda externa y como cien más. Y no lo entiende. Estos radicales son peores que las Spice Girls. ¡Quién me mandó, Dios mío!


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