La actual Jefa de Estado, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, quien ya se lanzó a la re-elección cuenta, a priori, con una ventaja importante para las elecciones de octubre. Sin embargo, no son todas rosas para el oficialismo, y existen distintas interpretaciones respecto de la elección santafesina, de la victoria apabullante del infradotado sobre Filmus y de la próxima elección cordobesa, donde el kirchnerismo hizo agua en las alianzas.
¿Lo de Miguel Del Sel fue un espejismo?
Es cierto que, aunque estuvo a un paso de ganar - no de gobernar, que no es lo mismo - el afrancesado que cuenta chistes de putos no colocó ni una sola banca, lo que muestra el grado de orfandad de la elección sorpresa que hizo. Si hubiese ganado no tendría el más mínimo apoyo legislativo y, aunque dio un batacazo, la oposición vuelve de Santa fe con una foto y las manos vacías.
Sin embargo, no está tan claro el ritmo arrollador del oficialismo respecto de agosto. Existe cierta incertidumbre: si la viuda saca más del 45 % de los votos, la elección de octubre pasaría a la historia como la más intrascendente de todas, ya que el ganador estaría cantado. Pero, si no es así, si saca, por ejemplo, un 35 %, la cosa se pone brava y los resignados contendientes, desde el inútil radical hasta el mafioso de Lomas de Zamora podrían levantar un tanto la cabeza.
Por el lado de los radicales aliados al rey de la Efedrina, la situación es bastante angustiosa. A saber: ¿qué candidato a Presidente puede darse el lujo de sacar un esmirriado 2 % en la Ciudad de Buenos Aires y no figurar en ninguna elección provincial y conservar esperanzas?
No cabe duda de que los radicales esperan algún tipo de milagro antes de las primarias que haga que un electorado aparentemente volátil juzgue que, a pesar de la inutilidad manifiesta de los últimos dos turnos presidenciales, aún son capaces de gobernar, cosa que, realmente es bastante difícil. De ahí que el hasta hace poco desconocido dirigente quie encabeza la fórmula haya vendido su alma y su partido al diablo con tal de hacer una elección decente. Ya no es como en los tiempos de De la Rúa, que lo intentaron, primero, y después llamaron a los bomberos, personificados en Domingo Felipe Cavallo. No, ahora los garcas ya están puestos de entrada, con la infantil idea de sobrellevar el asalto que las corporaciones quieren hacer de las cuantiosas reservas que el gobierno acumuló y que resultan muy tentadoras.
¿Y por el lado del Padrino de Lomas de Zamora?
Lo único que se puede decir, en positivo, del bañero devenido en político de la mano de la Triple A, es su capacidad para mantenerse expectante, como araña en la tela, al cabo de todo un año de hacer el ridículo.
Desde las primarias contra el amigo de los extraterrestres, Alberto Rodríguerz Saá, que naufragaron en la más abosluta intrascendencia, hasta querer ponerse a la cabeza de todos y ser rechazado por todos, sumado, a esos disparates, la publicación de un libro que nadie leyó ni leerá y, encima, con un horroroso error de ortografía en el título, el promotor de los saqueos en el conurbano sigue esperanzado en que la palabra tanques resulte irresistible para un electorado que está muy lejos de la configuración mental de un hombre que atrasa cincuenta años y que está acompañado por una caterva de Neardhentales que cura el hipo.
Sólo descerebrados u homosexuales reprimidos pueden considerar al bonaerense una opción, y a eso apuntan, tanto la insignificante mujer que lo acompaña como los cavernícolas que lo apoyan en esta, sú última cabriola antes de desaparecer para siempre - sin pena ni gloria - de la historia del país.
Y, por último, los socialistas, viejos amigos.
Partido que siempre fue furgón de cola, de los militares en 1955, luego de los radicales, políticos que nunca soñaron con una posición expectante y que, por uno de esos azares del destino, lograron el Gobierno de una provincia, ahora se esperanzan con una construcción política un tanto esquiva, porque, salvo su parco líder, Hermes Binner, ningún habitante de este país puede nombrar a un socialista y mucho menos reconocerle la cara.
Pero allí están, compitiendo, con todo derecho, desde luego, pero, sin muchas ilusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario