Cristina Fernández: Boudou es un concheto de Puerto Madero y Aníbal un grasa de Quilmes, ¿no soy una genia eligiendo mis colaboradores? - Daniel Scioli: Mariotto es el mejor compañero que podría tener. Él va a hacer todo el trabajo. - Ricardito Alfonsín: El discurso de la Presidenta me decepcionó. Yo pensé que iba a recitar el Preámbulo de la Constitución - Elisa Carrió: Ya tengo el betún, el uniforme de camouflage y la cantimplora, ¿qué me está faltando?- Amado Boudou: ¡Esta era la famosa campanilla! Yo voy a usar la guitarra, soy un Vice heavy muy jodido- Macri: Me quieren dar el subte y yo quiero la policía. ¡Quiero la policía, la policía! ¡Policíaaaaaaa! - Hermes Binner: Ahora que pasaron las elecciones, ¿qué carajo tengo para hacer?- Mariano Grondona: Le dan subsidios a los negros pero yo pedí para embalsamarme y me lo negaron - Pino Solanas: Yo sigo opinando, total.... - Julio Cobos: ¿Vieron que me dio la mano? Ahora, la tenía medio húmeda. ¿Qué sería?

viernes, 26 de agosto de 2011

Chiche Duhalde: No estoy separada de ese enano impotente



La senadora Hilda Chiche Duhalde, consciente de los millones de lectores que tiene el Mosquito Molesto, aseguró que no está separada de Eduardo Duhalde, como el Mosquito afirmó en un apartado:

- De ninguna manera, yo soy la mujer legal de Eduardo Duhalde. En todo caso, lo que sucede es que la rutina de tantos años de matrimonio tiende a enfriar la pasión, digamos. Si lo veo a Eduardo en bolas me da arcadas pero, de ahí a decir que estamos separados...

Sin embargo no son pocos los allegados a la familia Duhalde que señalan que ambos duermen muy separados y que si no es más es sólo por razones políticas. 

- Somos como Bill Clinton y Hillary, que se mantienen juntos por conveniencia política. Cierto que Eduardo no es lo que se dice un sex symbol, es más, no sé qué tenía yo en la cabeza cuando abría las piernas, pero seguimos juntos, en las buenas y en las malas.

Parece ser que, en algún momento del 2009, Chiche le dijo al bañero que ya no lo aguantaba más, que quería volver a sentir algo, que seguía viva y que algún hombre aún podía mirarla con deseo y que el Padrino, simplemente, le aseguró que ningún hombre miraría a una mujer atada con una piedra en el fondo del Riachuelo.

Esos argumentos la calmaron, pero eso sí, jueguitos en la cama, never more.

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