Parece ser que a Ricardo Alfonsín lo llaman BACHE porque el que lo ve, lo esquiva, y el que lo agarra, después putea.
El alicaído candidato radical que creyó que el parecido con su padre (y la ropa que lleva puesta, que también era de su padre) era aval suficiente para llegar a la Presidencia, está desengañándose rápidamente del supuesto "temple radical" y, para colmo, acaba de recibir una cachetada de su aliado Francisco De Narváez, de quien se dice, siempre según fuentes confiables, que escarmentó totalmente de cualquier alianza futura con radicales así fueran los últimos sobrevivientes de un naufragio.
En efecto, el Rey de la Efedrina señaló que la opción presidencial ya está jugada y que sólo aspira a pelear la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, para lo cual anda haciendo enjuagues con Dios y María Santísima y no sería de extrañar que algún mandadero suyo haya visitado a los amigos del penal de Marcos Paz, tan esperanzados de amnistías como desilusionados de la fortaleza política de quienes la ofrecen.
Ya venía muy mal Alfonsín, tanto que en Mendoza y en Santa Cruz, sus correligionarios le soltaron la mano - dejaron caer "el paquete" aseguran - y lisa y llanamente proponen el corte de boleta para zafar de la anémica tracción de votos del incapacitado dirigente.
Una reflexión al pasar y con el diario del lunes, del martes, del mes pasado, en fin: ¿qué razón de peso les asistía a los correligionarios radicales para tratar de imponer una fórmula Alfonsín-Binner en su momento? ¿Eh? ¿Cómo pueden compararse un dirigente con cero reconocimiento popular, que nunca tuvo la más mínima relevancia, que jamás gestionó ni un Laverap, con un Gobernador de provincia? Parece ser que Ricardito se la creyó, como dice Cristina, y era él primero o nada, y, al pactar con el garca colombiano y poner de ladero al inútil y piantavotos de González Fraga, quedaba ubicado en la pole position.
¡Menuda gloriosa victoria!
El asunto es que, de cara a las generales de octubre, el afónico guitarrero boina blanca apenas puede aspirar a un 7 u 8 %, y siendo optimistas, ya que ciertos encuestadores lo ubican bastante más abajo.
El Consulting Focus del Mosquito Molesto hizo una encuesta seria, no como las que venden las consultoras, evaluando ¡personalmente! 12.476 casos, a lo largo y ancho del país, y los resultados en octubre serían algo así:
- Cristina Fernández 54,80 %
- Hermes Binner 13, 40 %
- Alberto Rodríguez Saá 9, 20 %
- Eduardo "Corleone" Duhalde 7,6 %
- Ricardo Alfonsín 6, 80 %
- Jorge Altamira 2, 23 %
- Elisa Carrió 1, 10 %
Por el lado del partido Unión para dejar libres a los Asesinos, las cosas no pueden estar peor y los jocosos dichos de Alberto Rodríguez Saá, devolviendo gentilezas por el papelón de las internas del Peronismo Federal resultarían penosos si no fuera que su destinatario, Duhalde, es merecedor de tanta consideración como Echecolatz o Josef Fritlz. (O Grassi, para quedarnos en casa)
La suerte del bañero que accedió a la política de la mano de la Triple A y a quien Luis D'Elía acusó formalmente ante la justicia de narcotraficante - cosa que nadie, en su sano juicio, podría creer, a pesar de los continuos y permanentes rumores al respecto - parece ser tan calamitosa como la de su ¿oponente? radical pero, visto desde otro punto de vista, mucho peor.
Aclarando dijo Fernando: Ricardito Alfonsin es un cero a la izquierda a quien la conjunción de determinadas circunstancias lo pusieron en la posición en la que está, por única y última vez, a saber: la muerte del padre y la mala onda contra el Gobierno durante el conflicto del campo. Queda claro, ¿no? Cero a la izquierda.
Pero El Padrino no es - o, no era - un cero a la izquierda. Vicepresidente del peor Gobierno democrático de la Historia, cipayo, vendepatria y corrupto, dos veces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, capo mafia en el PJ a nivel nacional, senador, presidente interino para legitimar la mayor estafa hecha al país a partir de diciembre de 2001, desestabilizador profesional, autor intelectual directo de las muertes de los piqueteros Santillán y Kosteki e indirecto de todos los que cayeron el 19 y 20 de diciembre luego de que los saqueos que organizara tumbaran al gobierno de "Forrest Gump" De la Rúa, para este siniestro personaje, que supo tener tanto poder, ir a la cola en la elección es un verdadero fracaso. Y el último, a Dios gracias.
Ya que le pusimos un apodo a Alfonsín, no podemos ser menos con Duhalde, a ver si se ofende y nos manda los muchachos. Acá va: A Duhalde le dicen ALMEJA porque se entierra con su propia lengua.
Dicen que la representante de las amas de casa en el Senado, Chiche Duhalde, dijo: "Eduardo no se merece terminar así su carrera política"
Tiene razón la ama de casa devenida en senadora. merece terminar de otra manera. Quizás, así:
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